miércoles, 16 de febrero de 2011

Silencio



Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

Octavio Paz

domingo, 13 de febrero de 2011

Disfruten ¡¡¡¡

Soy Tuyo

Pues me dejaste y puedes apostar que lo sentí
intenté ser frío
pero eres tan cálida que me derretí.
Caí justo en las grietas y ahora intento regresar.
Antes que lo bueno acabe daré lo mejor de mí
y nada me detendrá excepto una intervención divina.
Reconozco que vuelve a ser mi turno de ganar o aprender algo
pero ya no titubearé, no más.
Esto no puede esperar.
Soy tuyo.

Enjoy ¡¡¡

I'm Yours
Well you done done me and you bet I felt it
I tried to be chill but you were so hot that I melted
I fell right through the cracks and I'm trying to get
back
Before the cool done run out I'll be giving it my
bestest
Nothin's gonna stop me but divine intervention
I reckon it`s again my turn to win some or learn some

I won't hesitate no more, no more
It cannot wait, I'm yours

sábado, 5 de febrero de 2011

Abrazame

Lo Que Necesito de Ti

No sabes cómo necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;
necesito la luz de tus labios
! Ya no puedo... seguir así !
...Ya... No puedo
mi mente no quiere pensar
no puede pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina
mi fuente de vida se ha secado
con la fuerza del olvido...
me estoy quemando;
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aún !Te sigo extrañando!

Mario Benedetti

viernes, 4 de febrero de 2011

Reparador de Sueños

Las dos de la madrugada. 
Las ratas roen en los cubos de basura los restos de un día muerto: la ciudad pertenece a los fantasmas, a los asesinos, a los sonámbulos. 
¿Dónde estás tú, en qué cama, en qué sueño? 
Si tropezara contigo, pasarías sin verme, pues no somos percibidos por nuestros sueños. No tengo hambre: no consigo digerir mi vida esta noche. 
Estoy cansado: anduve toda la noche para escapar de tu recuerdo. 
No tengo sueño: ni siquiera siento apetito de la muerte. Sentado en un banco, embrutecido a pesar mío por la llegada de la mañana, dejo de recordar que trato de olvidarte.
 
Cierro los ojos... 
Los ladrones sólo desean nuestras sortijas; los amantes, la carne; los predicadores, nuestras almas; los asesinos, la vida. Pueden quitarme la mía: los desafío a que cambien algo en ella. 
Echo hacia atrás la cabeza para sentir por encima de mí el murmullo de las hojas... Estoy en el bosque, en un campo... Es la hora en que el Tiempo se disfraza de barrendero y Dios tal vez de trapero. El, el avaro, el testarudo; él, que no consiente ver perderse una perla entre el montón de conchas de ostras a las puertas de las tabernas. 
Padre nuestro que estás en los cielos ... 
¿Veré yo venir alguna vez a un hombre viejo, con un abrigo pardo, con los pies llenos de barro por haber atravesado Dios sabe qué río para reunirse conmigo? Se dejaría caer en el banco, apretando en su puño cerrado un valioso regalo que bastaría para cambiarlo todo. Separaría los dedos lentamente, uno tras otro, con prudencia, pues el regalo podría echarse a volar... 
¿Qué llevaría en su mano? ¿Un pájaro, una semilla, un cuchillo, una llave para abrir la lata de conserva del corazón?

¿Ingenio? 
¿En el dolor? 
Puede ser, pues hay sal en las lágrimas...

M. Yourcenar


jueves, 3 de febrero de 2011

“El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.” 

 Buda

Vivir No Duele

Definitivo, como todo lo que es simple. Nuestro dolor no viene de las cosas vividas, sino de las cosas que fueron soñadas y que no se cumplieron.

¿Por qué sufrimos tanto por amor? Lo correcto sería que la gente no sufra, apenas agradecer por haber conocido una persona tan linda, que generó en nosotros un sentimiento intenso y que nos hizo compañía por un tiempo razonable, un tiempo feliz.

¿Por qué sufrimos?

Porque automáticamente olvidamos lo que fue disfrutado y comenzamos a sufrir por nuestras proyecciones irrealizadas, por todas las ciudades que nos hubiera gustado conocer al lado de nuestro amor, y no conocimos, por todos los hijos que nos hubiera gustado tener juntos y no tuvimos, por todos los espectáculos, libros y silencios que nos hubiera gustado de haber compartido y no compartimos. Por todos los besos cancelados, por la eternidad.

Sufrimos, no porque nuestro trabajo es desgastante y paga poco, sino por todas las horas libres que dejamos de tener para ir al cine, para conversar con un amigo, para nadar, para enamorar.

Sufrimos, no porque nuestra madre es impaciente con nosotros, sino por todos los momentos en que podríamos estar confidenciando con ella, nuestras más profundas angustias y ella estuviese interesada en comprendernos.

Sufrimos, no porque nuestro equipo perdió, sino por la euforia perdida.

Sufrimos no porque envejecemos, sino porque el futuro nos está siendo confiscado, impidiendo así que mil aventuras nos sucedan, todas aquellas con las cuales soñamos y nunca llegamos a experimentar.

¿Cómo aliviar el dolor de lo que no fue vivido?

La respuesta es simple como un verso:

¡Ilusionandonos menos y viviendo más!

Cada día que vivo, me convenzo más de que el desperdicio de la vida está en el amor que no damos, en las fuerzas que no usamos, en la prudencia egoísta que nada arriesga, y que, esquivándose del sufrimiento, hace perder también la felicidad.


Carlos Drummond De Andrade

martes, 1 de febrero de 2011

Sólo por hoy

Tengo derecho a estar muy triste esta noche.
Aún sabiendo la verdad no puedo resignar mis sentimientos

Los Estatutos del Hombre

Artículo 1.
Queda decretado que ahora vale la vida,
que ahora vale la verdad,
y que de manos dadas
trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo 2.
Queda decretado que todos los días de la semana,
inclusive los martes más grises,
tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo 3.
Queda decretado que, a partir de este instante,
habrá girasoles en todas las ventanas,
que los girasoles tendrán derecho
a abrirse dentro de la sombra;
y que las ventanas deben permanecer el día entero
abiertas para el verde donde crece la esperanza.

Artículo 4.
Queda decretado que el hombre
no precisará nunca más
dudar del hombre.
Que el hombre confiará en el hombre
como la palmera confía en el viento,
como el viento confía en el aire,
como el aire confía en el campo azul del cielo